Perdi la pista de tu rastro inseguro
en la esquina aguda del amanecer

Todo un dia de plenitud te sigue los pasos
Casi todas las sonrisas te pertenecen.

Aun en la bruma adivino tu llanto
Te debo mas noches de las que me quedan...

La sangre silente
desbordo tus ojos
cada hora dijo lo suyo
el hueco que no se llena
con nada
nadie
la llave perdida que te llevaste
tu confesion en el espejo
me lo aclara todo

el resto agonico
de un dia infinito
prolongando
la inevitable
actitud
del idiota.

Una plaza que sufre en su fuente
mientras el paisaje urbano declina
La vista del hombre se engaña de acero

Ya no queda sol que ver
ni horizontes donde ir.

buscando las palabras encontre el abismo de lo indecible
el resto de nosotros se cayo hace tiempo
la perpetuacion humana en el sonido absoluto de tu voz

siempre quise socorrerte y ahora solo te desvisto de vez en cuando
a qué silencio responde tu mirada de azul cielo
o tu palabra aguda?
resulta claro que no estás conmigo
cuando dormís en mi cama

la desprolija poesia de resistir
la estrecha relacion de mi verso y tus piernas
del resorte cosmico de tus senos
y aquellos sueños muertos ya

todo habria que borrar
todo tendria que olvidar
lo que supiste y lo que no
lo que todavia y lo que nunca
el tal vez y tu impaciencia

a fuerza de hojas escritas
arranco las raices del fantasma
que tu olvido a mi recuerdo obliga

y la droga inutilmente atina
a desepcionar el hueco que el miedo,
a medio terminar dejó maldito.

del cristal quebrado tu noche
desde anoche no pego un ojo
por rojo que el ojo parezca
por menos que vos merezcas
a mi...